Realmente resulta sorprendente la capacidad de absorción que tenemos los alhameños, de cuantas fechorías cometen nuestros representantes políticos, esos que cobran un sustancioso sueldo y que están obligados a velar por los intereses de los vecinos de Alhama.
La Feria de Alhama ha terminado y el único sabor dulce que nos queda es que, a pesar de la pésima programación y planificación de los actos, las gentes de nuestro pueblo son muy educadas y adaptables. Han salvado todos los obstáculos y desajustes, provocados por quienes deberían haber proyectado unas fiestas agradables, con el fin último de servir de válvula de escape y diversión en estos tiempos de tinieblas económicas. Una serie de despropósitos, muy fácil de solucionar y que la incapacidad de la Concejala y el beneplácito del Sr. Alcalde, los han elevado a la máxima expresión:
- Los actos programados, alargados en el tiempo, provocando que el movimiento social que debe acontecer en cualquier fiesta, se redujera considerablemente.
- Los chiringuitos de las Cofradías y demás asociaciones, han tenido que luchar contra viento y marea de los desaguisados del Ayuntamiento (en un principio, con intención de cobro de luz, después con un repertorio escaso y sin una mínima calidad de las orquestas programadas, terminando con una de paparajote mental: se dan cuenta última hora de que el “gran concierto de la feria” no tiene cabida en el reciento ferial y deciden trasladarlo al auditorio sin tener en cuenta a los chiringuitos el dinero extra que pudieran recaudar y más grave si cabe, atropellando sin piedad un acto emblemático y tradicional como es el concierto de Bandas de Música). Y a pesar de todo, con su esfuerzo y trabajo “desinteresado” y con la visita masiva de los alhameños, han sabido estar a la altura de las circunstancias.
- La Agrupación Musical de Alhama debería reflexionar y una vez en frío trasladar a la opinión pública la zozobra vivida el sábado 10 de octubre, en las horas previas de su “día”, en principio, mas esperado del año. Vaya regalo más bonito por parte de nuestros representantes políticos a quienes durante más de 25 años se han dedicado a fomentar la cultura, un don que no debe menospreciar ningún ser humano que tenga un mínimo de coeficiente intelectual.
- Cualquier Feria debe ir, irremediablemente, adornada de conciertos, eventos de cierta consideración para disfrute y recreo de sus vecinos, los cuales tiene avalado. Sin aprecio alguno, nos birlan cualquier derecho, y nos programan conciertos “privados” que rellenan las páginas del ”laborioso” libro de las fiestas, dejando que determinados vecinos de Alhama den la cara y se jueguen ellos el dinero, sin apenas apoyo. El año pasado se gastó en un único concierto más de 14 millones de pesetas y este año nada de nada. No se puede reír de los alhameños de esa manera Concejala de Festejos.
- La Feria de Día, sin menospreciar a las personas que con su trabajo nos han ofrecido las posibilidad de disfrutar de ella, debería dar un giro e incentivar que esa feria de día se viva que en cada establecimiento hostelero que lo solicitara, de puertas para afuera. Y no solo el sector gastronómico, también los empresarios de copas, podrían sumarse a esa feria de día de puertas para afuera. Claro, todo ello, con el apoyo incondicional del Ayuntamiento y comprensión de los vecinos.
- El Desfile de Carrozas, uno de los actos más tradicionales y numerosos, están dando síntomas de decadencia si no lo remedían. Hay que analizar las causas de la no participación de determinadas peñas, incentivar el trabajo y dedicación, además de la creación de talleres y disposición de espacios donde poder desarrollar su carroza.
- La guinda del pastel, el castillo de fuegos artificiales. A este ritmo las pocas tradiciones de nuestro pueblo, quedan para las efemérides. Podrá discutirse o no, de la idoneidad del castillo de fuegos artificiales el día de la patrona, pero, ese cambio de fecha tan arbitrario y justificado a través de la respetable comisión de festejos, conlleva un análisis más profundo.
Muchas más cosas se podrían resaltar, pero no merece la pena. Únicamente, decirle a la Concejala de Festejos que más del 80% de su sueldo viene justificado por la planificación de la Feria de Alhama, y si tuviéramos que rentabilizarlo por el resultado final de su trabajo, realmente pensamos que debería solicitar el despido libre.
P.D. Mientras transcurría la Feria de Alhama, a nuestro Alcalde se le ocurría inventar juegos patriotas, con juras de más 5 millones de pesetas de los bolsillos de los alhameños (se los hurtó a un concierto o dos), con izados de banderas sin sentido ni concierto, todo ello si en el pensamiento del TODOPODEROSO MISTERIOSO QUE LE ILUMINA CADA DÍA.
Fdo. Juan Cerón Mtez
Concejal Uderm