Antonio Cazorla y su familia han donado al Ayuntamiento un antiguo cilindro mezclador de caucho, de la industria del calzado

Ha sido colocado en el Parque Industrial de Alhama

Esta mañana, el consejero de Universidades, Empresas e Investigación junto al alcalde de Alhama de Murcia, Alfonso Fernando Cerón Morales, han destapado una placa en la que reza: "En homenaje a la industria del calzado y a sus trabajadores", donado por Antonio Cazorla y familia. La placa preside un cilindro mezclador de caucho donado al Ayuntamiento de Alhama de Murcia por Antonio Cazorla y familia. En su nombre, María García Ramírez junto a sus hijos ha destapado la placa inaugural junto a las autoridades de la Administración regional y local.

El cilindro donado al Ayuntamiento y que ha sido colocado a la entrada al Parque Industrial de Alhama, es de la segunda mitad del siglo XX.

Hay que recordar que Alhama de Murcia fue una ciudad puntera en la industria del calzado en los años setenta y ochenta, época en la que llegó a su esplendor, situándose en una de las principales localidades de España en la producción de calzado vulcanizado, junto a Elche y otras ciudades alicantinas.

La industria del calzado fue en detrimento poco a poco y entró en grave crisis sobre los años 90 fundamentalmente por la entrada masiva de productos procedentes, principalmente, de países asiáticos.

No existen datos documentados sobre la historia del calzado en Alhama de Murcia, sin embargo, sí se sabe que las primeras fabricaciones se hacían con suela de cáñamo, es decir, Alhama ya fabricaba las tradicionales alpargatas en los primeros años del siglo XX. En esta época, era habitual ver a mujeres y hombres en las puertas de sus casas cosiendo suelas de cáñamo en bancos de madera.

Sobre 1950 comenzaron a surgir las primeras fábricas de calzado con la fabricación de suelas de caucho (vulcanizado).

Dos de las grandes empresas más antiguas que comenzaron a introducirse en el sector fueron: Juan Cazorla Gil, Vulcanizados Cazorla y Alfil. Algunas de estas empresas llegaron a tener más de cien trabajadores en los años 80, cuando la localidad contaba con una población de unos 13.000 habitantes. No se cuentan con datos concretos del número de trabajadores, pero gran parte de la población estaba involucrada en la fabricación de calzado.

Alhama de Murcia debía de producir más de 14.000 pares diarios en aquellos años esplendorosos (trabajadores de Alfil confirman que la empresa llegó a producir diariamente 9.000 pares).

La producción alhameña se orientaba hacia el calzado vulcanizado, con un gran actividad exportadora que superaba el 50% de su producción total.

A partir de 1999 la industria del calzado en Alhama de Murcia entra en grave crisis. A pesar de ello, en la actualidad sobre viven unas diez empresas de calzado vulcanizado que da muestra del oficio que los alhameños conservan en la industrial del calzado.

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